En Oriente hace muchos años que se benefician de las propiedades de setas como el shitake o el maitake. Hace unos años que van entrando en nuestra cocina, pero aún con timidez. Mireia Anglada nos cuenta el diario ARA como cocinar para poder llevar a nuestra dieta semanal y así poder aprovechar al máximo sus grandes características:
Anglada admite que la textura gelatinosa los shitakes hace que algunas personas les rechacen, pero por sus numerosas propiedades recomienda encontrar formas ingeniosas de introducirlo en nuestra dieta. «Tiene una textura similar a la seta pero lo puedes disimular. Podemos comer en forma de paté, por ejemplo, o mezclado con otros sabores más conocidos por nuestro paladar, como el de la escalivada o confitado con aceite y ajo, aprovechando así también las propiedades beneficiosas del ajo. No os podéis ni imaginar cómo nos puede ayudar el shiitake si tenemos, por ejemplo, un resfriado. Cómo tomar un supercomplemento vitamínico «.
El shiitake se puede encontrar fresco o deshidratado. Si es fresco hay que limpiarlo con cuidado, con un paño húmedo o bien mojándolos y secándolos enseguida con una centrifugadora de lechuga. «No quieren mucho agua porque perdería parte del contenido en minerales», alerta Mireia Anglada. Del mismo modo, si optamos por saltearlo, la chef nos avisa de que hay que hacerlo en una sartén bien caliente y añadir los shiitakes por tandas, nunca de golpe: «Si los echamos todos de golpe provocaremos un choque térmico , bajará la temperatura de la sartén, el shiitake soltará demasiada agua y perderemos parte de las propiedades «. «Una vez salteados -explica Anglada añadiremos un poco de sal». Cremas, sopas, patés. Las maneras de disfrutar del shiitake son diversas. «Es una seta que no tiene mucho gusto y será con el aceite que potenciaremos».