📄 El uso de términos como “artesano” o “natural” en el etiquetado: entre la regulación y la realidad
En el análisis de etiquetado alimentario, se observa un patrón recurrente: el uso de términos con carga emocional para influir en la decisión de compra. Palabras como “natural”, “casero” o “artesanal” evocan calidad y tradición, pero no siempre reflejan la naturaleza real del producto.
Cuando se aplican a ultraprocesados, estas etiquetas pueden inducir a error. Por ejemplo:
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Un bizcocho envasado con conservantes y 6 meses de vida útil no es “casero”.
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Una galleta producida en cadena industrial no es “artesanal”.
En España, el uso de “artesano” o “artesanal” está regulado por legislaciones autonómicas que exigen:
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Elaboración manual.
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Intervención directa del artesano.
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Producto final individualizado.
En nuestro trabajo, tratamos cada alimento con el máximo cuidado y respeto por su integridad natural: seleccionando ingredientes reales, evitando procesos innecesarios y priorizando métodos que preservan sabor, textura y propiedades nutricionales. Creemos que la autenticidad no se declara solo en una etiqueta, sino que se construye en cada fase de producción.
Utilizar términos sin cumplir con su significado auténtico no solo confunde al consumidor, sino que desvaloriza el trabajo de quienes realmente practican una producción artesanal. Por eso, fomentar una lectura crítica de etiquetas es clave para un consumo consciente y responsable.