¿Has probado todo tipo de dietas pero no logras tener una relación sana con la comida? ¿Has tenido un disgusto y te vas corriendo al chocolate? ¿Estás aburrida/o y comes patatas fritas o una tarrina de helado? ¿Te suena todo esto?
Si te sientes identificado, ¡Tengo buenas noticias para ti!
Y es que existe una manera saludable de relacionarse con la comida, de tener unas emociones positivas y un cuerpo saludable. Por eso hoy quiero compartir contigo, 6 consejos que te ayudarán a empezar a sanar tu relación con la comida de forma definitiva y a encontrar tu bienestar.
1- Distingue entre hambre emocional y físico.
A veces, nuestro cuerpo no es el que necesita comida, sino que es nuestra mente la que nos hace creer que necesitamos ingerir algún alimento, sobre todo cuando estamos en momentos de tristeza o estrés.
Esto es debido a que comer algún alimento que nos guste cuando nos sentimos tristes se ha convertido inconscientemente en un hábito, ya que en algún momento de nuestras vidas esta acción nos dio una recompensa inmediata cuando estábamos mal.
De hecho, ya desde pequeños nos pasa algo parecido con la leche materna. Cuando llorábamos, calmaban nuestro llanto con la leche.
Pero, ¿Realmente tenemos hambre cuando hacemos eso?
Normalmente no, por eso es importante distinguir entre el hambre real y el emocional, para empezar a controlar nuestras comidas.
2 – Piensa en la razón: los hábitos alimenticios no se determinan por el carácter. Piensa si realmente tienes hambre.
Como he comentado anteriormente, es importante pensar en por qué comemos y en la necesidad que queremos cubrir al hacerlo.
Debemos tomar conciencia, saber en qué punto estamos y reflexionar para identificar la posición de tu salud en tu vida y cómo quieres cuidarla.
3 – Haz una lista de tus cinco “irresistibles” y date “permiso” de consumir uno de ellos una vez por semana o cada 15 días.
Es importante que no tengas miedo de ningún alimento y que sigas consumiendo aquellos alimentos que tanto te gustan de vez en cuando, sin prohibir ningún alimento. Y con esto llegamos al siguiente punto.
4- No te prohíbas ningún alimento… La prohibición lleva al descontrol.
Si empiezas a prohibirte alimentos acabarás cayendo en el descontrol.
La clave está en aprender a modificar los hábitos no saludables por decisiones saludables de manera natural. Sin prohibiciones, de manera que seas tú quién decida comer aquello que sabes que son buenas para tu organismo.
No debes empezar una dieta que terminará algún día, debes empezar un estilo de vida que dure para siempre.
5 – Escribe lo que piensas de los alimentos y analízalos para averiguar si los ves como “malos” o “buenos” y el motivo.
Para sanar tu relación con la comida es imprescindible que te conozcas a ti mismo/a. Por eso te recomiendo que escribas cuál es tu visión sobre la comida, para que poco a poco puedas deconstruir tus prejuicios para empezar un estilo de vida más saludable.
6- Sé siempre amable contigo mismo/a.
Este sexto y último punto para mí es el más importante. El amor propio y el respeto por uno mismo es primordial para conseguir el bienestar.
No seas duro contigo mismo/a, permítete cometer errores. La salud mental y la alimentación consciente son dos conceptos que están correlacionados.
Es importante que encuentres cuál es tu propósito, tú para qué, para empezar a trazar un camino para conseguirlo, a través de la alimentación, las emociones, la mente, las relaciones, el ejercicio físico…
Si te has cansado de vivir en piloto automático y de repetir patrones, ¡Es el momento de pasar a la acción!
En mis sesiones de coaching te acompaño de manera individual en tu transformación para que consigas tus objetivos de salud, y te doy todos los consejos que necesitas para mejorar tu relación con la comida.
Un abrazo,
Mireia
